Carlos de Chapearouge nació en Buenos Aires el 18 de enero de 1846 donde llevó adelante toda su carrera de formación. Tras estudiar la carrera de Agrimensura realizó las prácticas junto al Agrimensor Juan Fernando Czetz otorgándole el título del Departamento Topográfico el 7 de Octubre de 1864. Ahí comenzó su labor de medir campos, realizando más de 160 mensuras en el territorio bonaerense, entre ellos Mar del Plata y otros también de importancia como el trazado de Tandil en 1866, el de Marcos Paz en 1876 y el de Arrecifes en 1883.
La calle que lo recuerda, paradójicamente, no es muy extensa y se desplaza desde la costa hacia el continente por un solo barrio: Zacagnini.
Parte de las calles de Mar del Plata están "trazadas a cordel", un modelo adoptado en América por los colonizadores españoles. Este modelo estaba generado a partir de una plaza mayor con iglesia y consejo; de esta forma la cuadrícula fue, constantemente repetida. Los últimos pueblos fundados en la provincia de Buenos Aires, desde el siglo XVIII hasta los primeros años del siglo XX, respondieron también a ese esquema.
A cordel indica trazado en línea recta en calles, edificios y otras obras o vías públicas o privadas. En determinadas ordenanzas municipales, sobre todo, se dispone que calles, aceras y fachadas se tracen a cordel.
En el caso de un terreno llano sin accidentes de ninguna especie, este modelo pudo ser aceptable. Sin embargo, Mar del Plata no es un caso típico de una ciudad pampeana al existir varios accidentes geográficos que dan lugar a otro tipo de traza.
En primer lugar la costa, sinuosa, choca inmediatamente con la cuadrícula y la altera. En segundo lugar, el de Mar del Plata, no es terreno llano. Hay tres lomas, las de Santa Cecilia, Stella Maris y Divino Rostro, con cotas de 24, 44 y 48 metros sobre el nivel del mar, respectivamente, además de algunas otras elevaciones menores. Y en tercer lugar, había, en el año 1874, dos arroyos, el de Las Chacras, de importancia, y el Del Cardalito, de menor importancia y hoy oculto del casco urbano.
Estas características provocaron, gran cantidad de alteraciones que no se dan habitualmente en los pueblos bonaerenses. Aparecen así, gran número de manzanas "truncas" o "incompletas", es decir no cuadradas sino trapezoidales o triangulares, respectivamente, como las que hoy se pueden ver sobre las diagonales Alberdi y Pueyrredon, que cubren hoy al entubado arroyo Las Chacras, desde las avenidas Colón e Independencia hasta el mar.
Desde las avenidas Colón e Independencia hacia el oeste, el arroyo Las Chacras corre por debajo de manzanas de tipo común, aunque aparezcan al pasar dos pequeñas diagonales, Antonio Álvarez y Ovidio Zubiaurre, por ejemplo, que responden a la antigua presencia de su cauce. Por otra parte las lomas producen, a veces, fuertes pendientes en tramos de calles muy cortos.
Así fue, que los accidentes existentes no permitieron la implantación de un sistema demarcatorio ortodoxo y así se recurrió al mencionado "a cordel" cuando corría el año 1874.
El encargado de llevar adelante este trabajo de demarcación fue en ese entonces joven agrimensor Carlos de Chapeaurouge (28 años de edad) contratado por Patricio Peralta Ramos. Éste, después de un detenido estudio, resuelve tratar el trazado de las calles a partir de la fachada de la capilla Santa Cecilia, edificada en el año 1873, pues era la única edificación verdaderamente bien construida.
Este trazado de rectas perpendiculares entre sí, se asentó, como una red que cayera desde lo alto, sobre el caserío del saladero, tomando como guía la fachada de la capilla. Las pocas construcciones que constituían el saladero, cuya imagen se puede apreciar en el mural de Fausto Eliseo Coppini, de 1913, que fuera rescatado de la demolición de la casa de Eduardo Peralta Ramos (Av. Luro y La Rioja), y se exhibe ahora en el edificio de la Universidad, quedaron totalmente fuera de línea y poco a poco, fueron demolidas. El único edificio de la época que subsiste es, justamente, el hito que sirvió al agrimensor Carlos de Chapeaurouge, para iniciar su trabajo por ser la única obra de calidad en ese momento: la pétrea capilla de Santa Cecilia.
Más sobre Chapearouge
Fue llamado por el gobernador de Santa Fe Nicasio Orono en 1870 para encargarle la medición de las tierras fiscales del norte, inexploradas y en poder de los indios; realizó el trazado de las colonias agrícolas entre ellas: Esperanza, San Justo y Reconquista.
Colaboró con las fuerzas militares del Gral. Manuel Obligado al avance de la frontera e hizo el primer estudio para Ferrocarril de Santa Fe a Sunchales y de ahí a Santiago del Estero. En 1872 publicó el primer plano catastral de la provincia de Santa Fe reeditado en 1880.
Fue agrimensor municipal de esa ciudad y se preocupó por asegurar agua potable a sus habitantes. Representó al Departamento de San Gerónimo en la Legislatura Provincial donde defendió la política del Gobernador Oroño.
Regresó a Buenos Aires y en 1888 publica el primer plano de la Capital Federal con sus deslindes adoptado como plano oficial por la Municipalidad de Buenos Aires.
Proyectó en 1889 una red de canales y desagües para la provincia de Buenos Aires. Entre otros libros publicó “Tratado de Agrimensura Teórico, práctico, legal” en 1889.
Emprende después su magna obra de gran mérito cartográfico que le lleva 12 años de trabajo continuado consistente en el catastro de la República Argentina, publicado en el año 1900, y que en su momento prestó grandes servicios al país para su conocimiento y valorización de las propiedades; proyectó y dirigió la construcción en parte de la actual línea del tranway rural de los señores Lacroze.
En la provincia de Mendoza en 1900 fundó y delineó en la costa del Río Atuel la Colonia Alvear y contribuyó con dos estudios a las líneas férreas del Pacífico y del Oeste.
En 1913 realizó un viaje alrededor del mundo acompañado por el Sr. Ernesto Quesada como asesor técnico de la comisión para estudiar en la práctica la aplicación de la Ley Torrens (Registro de la Propiedad de la Tierra) recorriendo los países que tenían similares características.
En 1916 y 1921 fue presidente de la Sección Agrimensura de los 1º y 2do Congreso Nacional de Ingeniería presentando los trabajos: “Historia de la agrimensura argentina”; “Catastro Nacional” y “Agrimensura legal”.
En los últimos años de su vida la dirección del Banco Hipotecario Nacional lo incorporó a su personal técnico encomendándole organizar la continuación de la obra “Plano general de la República” sobre la base del catastro hipotecario.
El Ingeniero Chapeaurouge falleció en Buenos Aires el 10 de octubre de 1922 #AntesDeSerCalle
Fuente: José Pedro Thill - Investigador –, recortes periodísticos.