Florencio Martínez de Hoz fue militante del partido Conservador que llegó a ser Intendente durante 1913 y 1914 y seguidamente Comisionado por el mismo tiempo (1914 – 1915).
La calle 174 (de Juan B. justo hacia el Sur) se denomina Florencio Martínez de Hoz desde abril de 1971, durante la gestión municipal de otro comisionado: Juan Carlos Galloti. Esta acción tuvo –como todas durante los gobiernos de facto- de carácter transitorio, aunque nunca fue corregido por los posteriores gobiernos democráticos.
La arteria en cuestión se extiende en primer lugar desde 12 de Octubre a Guahanani (barrio San Antonio) de Vértiz a Bouchard (barrio Bosque Grande) y desde Puán y Benito Lynch, en el barrio Las Heras.
En 1913, la Unión Mar del Plata -agrupación política vecinal que llevaría a la intendencia a Florencio Martínez de Hoz- dio a publicidad un programa de gobierno de nueve puntos que podría haber sido el programa de cualquier partido político, puesto que mencionaba cosas tan generales como una buena política de obras públicas o una mejor administración de los recursos financieros municipales. (Fuente: "Manifiesto de la Unión Mar del Plata. El programa de esta agrupación vecinal". Diario La Capital, año VIII, 2395, 6/3/1913).
El diario La Capital apoyó desde sus páginas, este reclamo de los diversos sectores agrupados en la Junta de Resistencia. En febrero de 1913, el comisionado Ceretti renunció y las inmediatas elecciones de marzo, condujeron a Florencio Martínez de Hoz a la Intendencia. Con todo, la renuncia del Comisionado Ceretti solo se produjo cuando el Senado provincial, le negó el permiso para continuar en su cargo. (La renuncia de Ceretti se puede ver en La Capital, año VIII, 2377, 13/2/1913).
En cierto sentido, la historia volvió a repetirse, pues el diario apoyó la candidatura y posteriormente la gestión del Intendente, hasta que la política de éste, se tornó manifiestamente errática e impopular. Entonces, el mismo diario se encargó de remarcar que Florencio, no era Miguel Alfredo (sic), que a pesar de los altos impuestos no se hacían obras, que las arcas municipales estaban exhaustas y que la comuna "víctima del desquicio administrativo y del derroche que caracteriza a esta desgraciada administración (iba) conducida por la pendiente de la bancarrota hacia la vergüenza más penosa". (sic). (La Capital, 17/1/1915, 31/1/1915, 26/2/1915 y 27/4/1915. La cita corresponde al editorial "La administración actual. Un ejemplo bochornoso", L.C., año X, 2979, 26/2/1915).
En enero de 1915, comenzó a rumorearse la reorganización de la Junta de Resistencia, por considerar que con la acefalía municipal, habían renacido las causas que le habían dado origen cuatro años antes. Un editorial del diario señalaba:
"El objeto de la Junta sería, entonces, dar unidad de acción a la resistencia al Comisionado y emprender de inmediato una enérgica campaña hasta obtener la autonomía que ha de devolver al pueblo la capacidad y ejercicio pleno de sus derechos políticos, ahora conculcados por las maniobras del Comisionado". (Fuente: "La Junta de Resistencia. Próxima reorganización", L.C., año X, 2935, 7/1/1915).
Florencio Martínez de Hoz fue presidente de la Sociedad Sportiva Argentina, entidad que participaba en Primera y en cuyo campo de juego se disputaron varios encuentros internacionales. El 30 de marzo de 1906 fue electo presidente. Por primera vez el titular de la entidad no era de origen británico. Y uno de los vicepresidentes fue Tristán González, de Estudiantes de Buenos Aires. Ese día, por aclamación, se nombró presidente honorario a Francis Chevallier Boutell, cabeza del fútbol desde 1900. Un año antes, el 8 de junio de 1905, el delegado de Estudiantes presentó una moción para que las reuniones se hicieran en castellano. Después de debatir, se decidió continuarlas en inglés con traducción al castellano.
Con el poder compartido los cambios se profundizaron. El secretario F. A. Williams, hombre de Quilmes, anunció la novedad, en agosto de 1906, a través de la circular 11: “Idioma. Habiendo sido declarado idioma oficial de la Asociación la lengua castellana, toda comunicación deberá hacerse en ella, de lo contrario será devuelta sin recibir contestación”. El severo Williams tenía otras preocupaciones ese año: los referees, las transferencias, las planillas, las mudanzas y las infracciones.
Los cambios siempre generaron reparaciones y nuevos conflictos. El idioma dejó de ser un problema. Aunque la AFA, a veces, parezca babel. #AntesDeSerCalle