top of page

Floreal Gorini: las Utopías por medio de la Batalla Cultural

La calle que recuerda a este bancario, diputado y sobre todo militante, se encuentra en el barrio Playa Chapadmalal y une la ruta interbalnearia 11 con el predio que tiene la institución que supo fundar al sur de la ciudad de Mar del Plata. Esa imposición de nombre se realizó dos años después de su desaparición física por iniciativa del bloque de concejales denominado Mar del Plata-Batán K que era liderado por el peronista Juan Domingo Fernández.

Floreal Gorini

Floreal Edmundo nació el 15 de octubre de 1922. Con un pensamiento transformador, tomó con pasión la tarea solidaria que lo marcó definitivamente. Era un hombre muy interesado por la historia, acción que enriqueció con infinidad de lecturas y la disciplina propia de un autodidacta.

También era un apasionado del teatro, al que le asignaba un valor importante en la transmisión de valores y como un medio formidable para el desarrollo de la cultura popular, algo que lo inspiró, entre otras cuestiones, para la creación de Centro Cultural de la Cooperación.

Gorini, una importante figura del Partido Comunista, reconocido por ser uno de los fundadores del movimiento cooperativo en la Argentina. Miembro del Comité Central y de la Comisión Política del PC, fue militante en el sindicalismo durante la década del ’50 y diputado nacional, lugar desde donde impulsó numerosos proyectos en favor de los trabajadores.


Como funcionario del Banco Industrial, formó parte del gremio y participó de la huelga bancaria de 1958. Terminada la huelga, fue cesanteado y decidió formar el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), del que era presidente. Justamente uno de sus principales proyectos políticos consistió en promover el desarrollo de las cajas cooperativas de crédito, herramienta que en los últimos años ha adquirido una importante proyección en el país.

Pero el concepto de “cooperativismo” impulsado por Gorini no sólo abarcaba lo económico. A pesar de tomar como estandarte la lucha contra las políticas de los organismos financieros internacionales, basándose en los principios de solidaridad y equidad social, entendía que la lucha debía abarcar no sólo lo político sino también lo económico, lo social y lo cultural. Y éste constituía, según él, uno de los fracasos de la izquierda y los sectores progresistas en la Argentina.

Bajo estos conceptos nació en 1998 el Centro Cultural de la Cooperación, construido sobre la avenida Corrientes en la ciudad Autónoma de Bueno Aires para ser un espacio de debate político y de cultura.

En 1993, Gorini se presentó por primera vez como candidato a diputado por la lista del Frepaso, que integraba el PC. Fue en 1996 que ganó su banca, cuando reemplazó a Graciela Fernández Meijide. Desde allí apoyó diversos proyectos. Fue un ferviente defensor de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, e impulsó la reducción de la jornada laboral a 6 horas.


Producto de esos años como legislador escribió su libro Izquierda y lucha de clases, donde intenta volcar los principios básicos de su pensamiento. Quienes lo conocieron recuerdan su honestidad y capacidad de trabajo, y destacan que nunca cobró los fondos reservados de su banca.

Próximo a cumplir los 82 años –su cumpleaños era el 15 de octubre– Gorini sufrió un accidente cerebro-vascular que lo llevó a la muerte el domingo 3 de octubre de 2004.

Más sobre un hombre de nuestros tiempos

A la par de su modestia proverbial, Floreal contaba con la energía y sagacidad de un gran dirigente. Sabía escuchar a sus compañeros teniendo la capacidad de analizar en profundidad las circunstancias de cada momento histórico, fijar un rumbo y sumar al conjunto de colaboradores para alcanzar los objetivos trazados.

Con sus reflexiones y argumentos convincentes, Floreal lideró el movimiento integrado en el Instituto Movilizador para sortear la multiplicidad de obstáculos que impusieron las dos dictaduras que padecimos los argentinos en la segunda mitad del siglo XX. Me refiero al gobierno de facto instaurado tras el golpe de Estado de 1966 y, una década más tarde, a la dictadura cívico-militar genocida surgida el 24 de marzo de 1976.

Ambas referencias son ineludibles a la hora de trazar una semblanza de Floreal, porque frente a las medidas liquidacionistas del cooperativismo de crédito impuestas por los dictadores, la inteligencia y capacidad de conducción de Gorini posibilitaron que el movimiento cooperativo encontrara una estrategia que privilegiara la integración, incidiera sobre la opinión pública y lograra preservar la construcción de la economía solidaria expresada en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y sus cooperativas asociadas. De esa estrategia nace, entre otros, el Banco Credicoop.

Floreal era un dirigente integral, un líder con singular carisma que transmitía seguridad y respeto. «El avance hacia la concreción de la Utopía requiere muchas batallas, pero sin duda, la primera es la batalla cultural» es la frase que se puede encontrar en la sede del IMFC y Gorini hizo mucho positivo en esa batalla #AntesDeSerCalle


Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page