Todos los 29 de julio, desde 1982, se conmemora en nuestro país el día de la cultura nacional, en homenaje al poeta y político Ricardo Rojas, quien muriera en Buenos Aires ese día de 1957.
Ricardo Rojas fue un escritor y periodista, nacido en 1882, rector de la Universidad de Buenos Aires -entre 1926-1930- y militante de la Unión Cívica Radical. Con el golpe de Uriburu, en 1930, Rojas fue perseguido y exiliado en el último confín de la tierra, Ushuaia, hacia 1934.
Rojas fue un intelectual amante de la literatura y el teatro, un multifacético que supo inculcar su pasión por la cultura y se mostró como un indiscutible ejemplo a seguir. Escritor y profesor universitario, autor de “Blasón de plata”, “El Santo de la Espada” y “El profeta de la pampa”, entre otras obras. Nació en Tucumán el 16 de septiembre de 1882.
A varios años de su muerte su legado sigue firme. Hoy podemos encontrar cultura en una nota musical, en una pieza de baile, en una escena teatral, en las pinceladas sobre un lienzo blanco, en el patrimonio arquitectónico y en toda manifestación artística que un individuo pueda expresar. Cada pueblo tiene su propia cultura y cada comunidad la simboliza con cada uno de sus artistas y ciudadanos.
La calle que lo homenajea en Mar del Plata se la puede ubicar como continuación de Victoriano Montes (Río Negro al 6100) atravesando los barrios Los Pinares y Estrada. Su nomenclatura concluye al 2199 al tomarse con la calle que le da nombre al último barrio. El homenaje se realizó bajo la ordenanza 2535 con fecha de sanción el 3 de junio de 1965 y promulgada días más tarde.
Un intelectual multifacético
Marcó el agotamiento del modelo cultural de su generación y postuló una profunda renovación nacional. De ahí que la mayoría de los centros culturales del país que tienen como bandera la renovación cultural toman su nombre.
Fue propuesto por varias universidades latinoamericanas como premio Nóbel de literatura entre tantas obras escribió la reconocid El Santo de la Espada. Reivindicó la inserción de la cultura del interior del país como requisito de la identidad de una nación.
La cultura permite integrarnos, compartir y expresarnos ante nuestros pares. Por ello y por su innegable valor merece ser conmemorada no sólo hoy sino también en el día a día.
El concepto de Cultura Nacional resulta muy interesante, se lo puede relacionar tanto con aspectos políticos y sociales, como así también con los orígenes históricos de la Nación. De modo que la Cultura Nacional tiene que ver con la formación de una identidad y de un sentimiento de pertenencia que sirva para unir los miembros de una sociedad en base a determinados símbolos o creencias fácilmente reconocibles.
En 1927, Don Ricardo Rojas, encargó el proyecto de esta casa que sería su hogar, al arquitecto Angel Guido. Las obras finalizan en 1929, siendo el reflejo de la Casa Histórica de Tucumán. Es de arquitectura neocolonial, dispuesta en una sola planta alrededor de un gran patio central, al cual abren las habitaciones principales.
El ala opuesta a la de la entrada separa el área principal de un patio posterior, con dependencias de servicio. La fachada, inspirada en la de la Casa Histórica de Tucumán, posee un importante portón de dos hojas – tablero de madera, enmarcado por sendas columnas salomónicas.Las cubiertas son de tejas coloniales sobre bovedillas de ladrillos comunes y perfilería de hierro. Un corredor lateral, con bóvedas de crucería, permite acceder a la sala, que reproduce el estilo colonial limeño, con un gran balcón interior. No sólo la arquitectura posee una ornamentación hispanoamericana: los muebles, cuadros, esculturas y diversas piezas de arte son acordes al estilo de la vivienda.
En 1957, doña María Julieta Quinteros de Rojas, en nombre de su esposo Ricardo Rojas, donó al Estado Nacional esta casa con sus muebles, bibliotecas, objetos de arte y reliquias, siendo declarada Monumento Histórico Nacional el 28 de abril de 1958 #AntesDeSerCalle