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La lucha gremial contra el neoliberalismo presente en el barrio Alfar con Germán Abdala

Germán Abdala tenía 20 años cuando se afilió a ATE, donde tuvo una intensa militancia en defensa de los trabajadores. Falleció el 13 de julio de 1993, a los 38 años, a causa de una enfermedad terminal.


“Abdala fue un luchador inabarcable que vivía como pensaba. Para estos tiempos que corren eso tiene un valor innegable”, resalta el texto acordado por los legisladores de la ciudad pertenecientes a las distintas bancadas.


Germán Abdala, ex secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), murió en 1993 y fue uno de los artífices de la fundación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

Germán Abdala se trata de la calle 419 del barrio Alfar, entre las calles Guillermo Magrassi y Antonio Sáenz. La ordenanza que lo dispuso fue sancionada por el Concejo Deliberante en la sesión del 23 de noviembre del 2000. Dispone además que se coloque “el correspondiente cartel nomenclador con la nueva señalización” y que se informe “a los organismos pertinentes a los fines del reordenamiento catastral”, cuestión que, a más de dos décadas de promulgada la ordenanza no se ha cumplido.


La biografía del dirigente de ATE


Germán Darío Abdala nació el 12 de febrero de 1955 en Santa Teresita, provincia de Buenos Aires. Allí realizó sus estudios primarios, para luego cursar la secundaria en la ciudad de Buenos Aires. No se recibió ya que no rindió los exámenes de las últimas materias que le faltaban.

Abdala de niño en su Santa Teresita natal

En la biografía sobre Adala, escrita por Norberto Galasso, se cuenta que en ese mismo año ya militaba dentro del peronismo en una villa de Parque Patricios y otra en Barracas. Durante ese tiempo formó parte de la agrupación político-sindical “Amado Olmos”, dirigida por los sindicalistas Sebastián Borro, Héctor Quagliaro, Julio Guillán y Avelino Fernández, cuya sede era un modesto local en el barrio de Balvanera. Allí tuvo los primeros encuentros con Víctor de Gennaro, iniciando una amistad que duró toda su vida.


Hacia 1975 comenzó a trabajar como pintor en los Talleres de Minería del Estado. Desde ahí encaró la militancia gremial en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), aunque durante la última dictadura cívico-militar tuvo que asumir un perfil más clandestino, perseguido por su militancia.

En ese contexto es que muchos de los cuadros gremiales perseguidos por la dictadura y también por la conducción de ATE (en ese entonces, Juan Horvath era su secretario general) se reorganizaron en la Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad de ATE (ANUSATE). La máxima referencia aglutinadora de aquel grupo fue Héctor Quagliaro, militante de ATE-Rosario.


Este grupo encaró una silenciosa pero imponente labor militante durante los años de la dictadura, que los llevó a la conducción del gremio en 1984 ganándole por los votos a Juan Horvath, tras la recuperación de la democracia. Germán fue electo Secretario General de ATE-Capital, con un rotundo acompañamiento de los y las afiliadas.

Su labor gremial en aquellos años lo consolidó como una figura política dentro del movimiento en el cual continuó militando, el peronismo. Dentro de las acaloradas discusiones que tuvo dicho movimiento en la década de 1980 Germán, junto a Chacho Álvarez, Pipi Bilancieri y tantos otros, conformaron el Movimiento de Renovación Peronista (MRP) que acompañó a Antonio Cafiero. Tras las internas, y de cara a las elecciones de 1989, el peronismo se encuadró detrás de la figura de Menem. Con la contundente elección que hizo el peronismo, Germán ingresó al Congreso Nacional como diputado por la Ciudad de Buenos Aires.


Su rol parlamentario se destacó por la aprobación de la Ley de Convenciones Colectivas para trabajadores del Estado (conocida como “Ley Abdala”), lo que fue posteriormente el convenio 214/08. Con la política neoliberal implementada por Menem, como las privatizaciones y los despidos en el marco de la reforma del Estado, y principalmente tras los indultos a los genocidas de la última dictadura cívico-militar fue que Germán y otros diputados nacionales justicialistas decidieron separarse del bloque y conformar el “Grupo de los Ocho”, junto con Darío Alessandro, Chacho Álvarez, Luis Brunatti, Moisés Fontela, José Carlos Ramos, Juan Pablo Cafiero y Franco Caviglia.


Ya por entonces Germán sufría los golpes de un cáncer. A pesar de esa enfermedad, continuó con su compromiso en defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. En pleno contexto neoliberal, y enfrentando a gran parte de los gremios de la CGT complacientes con las políticas del gobierno, impulsa la creación del Congreso de Trabajadores Argentinos que tras su muerte devendrá en Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). En noviembre de 1992 participó de su Primer Congreso en Parque Sarmiento, ya visiblemente deteriorado en su salud.


Germán Abdala murió el 13 de julio de 1993, a los 38 años. Sus cenizas fueron entregadas al mar de su Santa Teresita natal #AntesDeSerCalle


Fuentes: Germán Abdala aún nos guía: vida, obra, pensamiento ( CTA Ediciones, 2013 - Paredes, Marcelo) Germán Abdala (Editorial Colihue - Galasso, Norberto) // Recortes periodísticos

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