El ataque a Cristina Fernández se suma a la lista de los casos más resonantes de la historia reciente a nivel global, desde los crímenes de Mahatma Ghandi, John Fitzgerald Kennedy y los intentos a los líderes políticos de cada momento en nuestro país.
El siguiente es un repaso histórico de los magnicidios y resonantes intentos de asesinato contra jefes de Estado y líderes políticos registrados a nivel mundial y que se encuentran en las calles de la ciudad.
Magnicidios
Mahatma Gandhi: El líder del movimiento pacifista que logró la independencia de la India en 1947 fue asesinado un año después en la capital del país, Nueva Delhi. Gandhi fue baleado el 30 de enero de 1948 por Nathuram Godse, un radical hinduista aparentemente relacionado con grupos ultraderechistas indios cuando se dirigía a rezar en los jardines de su residencia Birla Bhavam.
Su nombre se lo ve reflejado en una calle desde mayo de 1991 cuando se le impuso por medio de la ordenanza 8213. Se extiende desde el 2600 (como continuación de Montes Carballo) hasta el 4200 (Francisco de Asis). Forma parte de los barrios Fray Luis Beltrán, Las Dalias y desde la calle homónima lo separa con el Parque Camet.
John Fitzgerald Kennedy: El 22 de noviembre de 1963 el entonces presidente de Estados Unidos (1961-1963) fue asesinado mientras recorría en un descapotable las calles de la ciudad sureña de Dallas. Investigaciones oficiales concluyeron que Lee Harvey Oswald fue el autor del asesinato, pero aún hay dudas sobre si actuó solo o con cómplices.
Oswald fue arrestado 80 minutos después de los disparos y alegó que no había matado a nadie, sino que él era solo un señuelo. El gobernante demócrata fue el cuarto presidente estadounidense en sumarse a la lista de mandatarios asesinados, que integran también Abraham Lincoln, James Abram Garfield y William McKinley, y el octavo que falleció en ejercicio de sus funciones.
El presidente norteamericano asesinado tiene su calle desde 1994 en nuestra ciudad. Según la ordenanza 9561, desde ese año, se impuso a la traza de la calle 287 bis, que corre entre las manzanas 255 aa y 255, el nombre de John Fitzgerald Kennedy, en su extensión entre las calles 202, Los Andes (Hoy Teodoro Bronzini) y la proyección de la calle 200 (Tierra del Fuego), con altura domiciliaria del 5701 al 5799.
Otro caso asesinato resonante dentro de la política -en este caso local- fue el Intento de asesinato a Lisandro de la Torre que terminó con la muerte en el Senado de Enso Bordabehere.
El 23 de julio de 1935, el senador Enzo Bordabehere se interpuso en el camino de las balas que tenían como destino asesinar en la Cámara de Senadores a su colega y amigo, el senador Lisandro de la Torre.
Enzo Bordabehere había nacido en Paysandú (Uruguay) el 25 de septiembre de 1889 pero de muy pequeño su familia se instaló en Rosario. Después de realizar sus estudios de abogacía y de ejercer como escribano en Santa Fe, se afilió al Partido Demócrata Progresista, liderado por Lisandro de la Torre, quien se había convertido en el principal opositor al gobierno conservador.
La calle que recuerda a este hombre nace en el barrio Villa Primera (calle Rio Negro) y forma parte –además- de los barrios López de Gomara, Nueve de Julio, San Cayetano, Las Lilas y concluye en el Regional al llegar a la avenida Juan B. Justo.
Intentos de Magnicidio
La historia de los atentados a referentes políticos de la Argentina tiene un largo recorrido y se inicia con el atentado frustrado contra Juan Manuel de Rosas en 1841. El 27 de marzo, la hija y secretaria del gobernador, Manuelita Rosas, recibió la correspondencia y le llamó la atención un paquete remitido por la Sociedad de Anticuarios del Norte, con sede en Copenhague, Dinamarca.
Su padre no le dio mucha importancia al misterioso paquete, pero la “princesa federal” no pudo contener la curiosidad y decidió abrirlo en su habitación, en compañía de su amiga Telésfora Sánchez. El paquete contenía una llave y una caja forrada con un fino paño blanco. Al introducir la llave en la cerradura y girarla, la tapa se levantó bruscamente y se escuchó un ruido metálico.
Asustada, la hija del federal le entregó a su padre nuevamente la caja, quien la revisó y se encontró con una sorpresa en su interior: 16 pistolas distribuidas en forma circular, listas para dispararle una vez se abriera. Sin embargo, el mecanismo falló. La caja, denominada "la máquina infernal" por su presunto mecanismo letal, se encuentra expuesta en el Museo Histórico Nacional.
Rosas es uno de los tantos casos de nombres duplicados en el Partido de General Pueyrredon. Se la encuentra como Brigadier General Juan Manuel de Rosas (Batán) Ord. 9483 (1994) y como Pasaje Juan Manuel de Rosas (Mar del Plata) Ord. 10177 (1995).
Sarmiento: un disparo impactó contra su coche
Domingo Faustino Sarmiento, presidente de la Nación entre 1868 y 1874, estuvo al borde de la muerte en agosto de 1873. Cuenta el historiador Felipe Pigna en su página oficial que el ex gobernador sanjuanino sufrió un atentado cuando se dirigía sin escoltas hacia la casa de Aurelia Vélez, la hija menor de Dalmacio Vélez Sarsfield. Mientras viajaba por la actual esquina porteña de Corrientes y Maipú, la explosión de un disparo de revolver sacudió su coche. Los autores del ataque habían sido tres italianos: Aquiles Segabrugo y Francisco y Pedro Guerri.
La calle que recuerda al educador argentino tiene circulación Este Oeste y a lo largo de su recorrido pasa por los barrios San Carlos, Divino Rostro, divide Los Troncos y General Roca, Vieja Estación y el macro centro.
Pero el ataque falló debido a que a Francisco Guerri, quien había sobrecargado de pólvora su arma, se le había reventado el trabuco en la mano. En tanto, Sarmiento salió ileso de esa situación y no escuchó el disparo debido a la profunda sordera que padecía. Se enteró de lo ocurrido cuando llegó a la casa de Sarsfield.
Julio Argentino Roca: un cascote contra su cabeza
El 10 de mayo de 1886—en el último año de su primer mandato presidencial—Julio Argentino Roca se disponía a inaugurar el periodo de sesiones del Congreso Nacional pero, al salir de su domicilio, se encontró con una multitud que quería presenciar su camino hacia el recinto y, de ese grupo, voló un cascote que impactó contra su cabeza.
Roca llegó al Congreso con la cara pálida y una venda en la frente que cubría la grave herida provocada por el impacto de la piedra. Sin importar ese detalle o que llevaba la banda presidencial sobre el uniforme manchado de sangre, inauguró las sesiones y aclaró en su discurso lo que había ocurrido instantes previos.
"Un incidente imprevisto casi me priva de la satisfacción de leer mi último mensaje que como presidente dirijo al Congreso de mi país. Hace un momento, sin duda un loco, me ha herido en la frente no sé con qué arma”, expresó. “Me retiro sin odios ni rencores para nadie, ni aún para el asesino que me ha herido”, cerró su discurso.
A Manuel Quintana también le gatillaron dos veces, pero las balas no salieron
El día en el que se salvó Manuel Quintana fue el 12 de agosto de 1904. El atacante, quien había vigilado sus movimientos en las inmediaciones de su casa, lo cruzó cuando salía en auto hacia el centro porteño y le gatilló dos veces con un revólver calibre 38. Sin embargo, las balas nunca salieron.
El agresor, que se había dado a la fuga, fue detenido poco después por un comisario y un agente, y se lo identificó como Salvador Enrique José Planas y Virella, un joven catalán de 23 años con orientación anarquista. Consultado por los motivos que lo llevaron a apuntar contra el presidente, Planas explicó que el 1 de mayo de 1904 estuvo entre los manifestantes en el Paseo de Julio que habían sido salvajemente agredidos por la policía, y cuyo operativo dejó un saldo de varios muertos y cientos de obreros heridos. Su condena fue de 10 años de prisión.
José Figueroa Alcorta: dos amenazas con bombas
José Figueroa Alcorta fue el sucesor de Manuel Quintana tras su fallecimiento el 12 de marzo de 1906. Con el antecedente del atentado orquestado por un anarquista, el entonces secretario general de la policía de Buenos Aires, Antonio Ballvé, no dudó en que la situación podría volver a repetirse.
El recorrido de la calle que le tributa honor tiene circulación sur norte y nace desde la nomenclatura al 200 (Gaboto) se interrumpe al 900 (Hernandarias) vuelve a surgir al 1200 (Vértiz) sin más interrupciones hasta la avenida Mario Bravo. . Forma parte de los barrios Puerto y de Vértiz hasta su finalización de Colinas de Peralta Ramos.
En enero de 1908, la esposa del presidente, Josefa Boquet Roldán, recibió un "regalo" sorpresa en la entrada del domicilio situado en Tucumán 848. Se trataba de una canasta de frutas que escondía una bomba con un flojo mecanismo de reloj, el cual por fallas técnicas nunca se detonó.
En tanto, en febrero de ese mismo año, Alcorta fue sorprendido en la entrada de su casa por un hombre que arrojó un paquete humeante a sus pies y se fue corriendo. El exmandatario alejó la bomba casera de una patada y entró a su domicilio. La custodia del mandatario corrió al hombre y lo redujo: se llamaba Francisco Solano Rejis, de 21 años.
La bomba que había preparado tenía clavos, vidrios, pedazos de hierro y otros elementos punzantes. Fue condenado a 20 años de cárcel. En 1911 logró escaparse de Las Heras junto a otros 12 prisioneros por medio de un túnel.
Hipólito Yrigoyen: cinco disparos contra el coche presidencial
Durante su segundo mandato presidencial, Hipólito Yrigoyen sufrió un atentado cuando se dirigía a la Casa de Gobierno. Ocurrió el 24 de diciembre de 1929, en la antesala al Golpe de Estado que daría inicio a la denominada "Década infame".
El radical salía cerca del mediodía de su domicilio en auto con custodia policial, cuando de pronto, un anarquista italiano, Gualterio Marinelli, irrumpió en la vereda y efectuó cinco disparos contra el coche presidencial. Ninguna de las balas llegó a Yrigoyen, pero sí a su auto. Luego, la custodia repelió el ataque y abatió al agresor.
Juan Domingo Perón: estallidos en 1953 y en 1955
El expresidente Juan Domingo Perón estuvo al borde del peligro en numerosas oportunidades. Los intentos de magnicidio contra el líder político de las masas populares se profundizó particularmente durante su segundo mandato, tras el fallecimiento de su compañera de fórmula Eva Duarte.
En abril de 1953, la CGT había convocado a una movilización en la Plaza de Mayo para apoyar al mandatario y hacer frente a la ofensiva opositora que amenazaba con desestabilizar el Gobierno. Mientras Perón pronunciaba su discurso, ocurrieron dos estallidos en medio de la plaza donde se reunían cientos de miles de obreros. El ataque provocó las muertes de cinco personas y más de cien heridos.
En tanto, ya para junio de 1955, ocurrió el famoso bombardeo a la Plaza de Mayo perpetrado por aviones de la Marina y Fuerza Aérea con el objetivo de derrocar y matar al presidente. Sobre la Casa Rosada cayeron 29 bombas, otras cayeron sobre la Pirámide y una sobre un trolebús lleno de gente. En los alrededores quedaron los cuerpos de 355 civiles muertos.
Los intentos de asesinato a Alfonsín los intentos más cercanos hasta el de Cristina Fernández
Otro intento de atentando sucedió el 23 de febrero de 1991 en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires, durante un acto de campaña, cuando un hombre disparó contra el ex presidente de la Nación Raúl Alfonsín (UCR), que se salvó porque el arma tuvo un desperfecto y la bala tampoco salió.
El atacante fue identificado como Ismael Dario Abdalá, quién fue detenido y luego declarado inocente por insania mental.
El de Abdalá fue el tercer episodio contra Alfonsín: el 19 de mayo de 1986 se había desactivado un artefacto explosivo en Córdoba durante una visita del ex mandatario; y el 6 de octubre de 1989 una bomba estalló en el edificio de la calle Ayacucho al 100, en el barrio porteño de Balvanera, donde Alfonsín vivía provisoriamente.
Al Primer Presidente de la Democracia moderna también se lo homenajea en las calles de la ciudad, en este caso con un Paseo con su nombre. Es desde el 19 de febrero de 2010 cuando el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad imponerle el nombre de “Paseo Presidente Raúl Alfonsín” al sector ubicado en la calle San Martín entre Hipólito Yrigoyen y Mitre –vereda impar-. Ocho años después llegaría a esa esquina, también un busto con la cara del denominado Padre de la Democracia moderna #AntesDeSerCalle
Bibliografias: Archivo General de la Nación, recortes periodísticos, elhistoriador.com.ar, agencia Telam.
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