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Ortega y Gasset: El pensador español que quería ser argentino


¿Quién fue Ortega y Gasset?

José Ortega y Gasset nació el 9 de mayo de 1883 en el seno de una familia de la alta burguesía ilustrada madrileña. Cursó sus estudios en el Colegio de Miraflores de El Palo (Málaga), Universidad de Deusto, y Universidad Central de Madrid. Pero fueron determinantes para su formación los tres viajes a Alemania en 1905, 1907 y 1911, donde estudian el idealismo que será la base de su primer proyecto de regeneración ética y social de España.

En 1908 es nombrado catedrático de Psicología, Lógica y Ética de la Escuela Superior de Magisterio de Madrid, y en 1910 catedrático de Metafísica de la Universidad Central de Madrid.


Especialmente decisivo es el año de 1914, año de la Gran Guerra, que ve como una quiebra de los ideales ilustrados. En sus escritos de Vieja y Nueva Política, Meditaciones del Quijote y Ensayo de Estética a manera de prólogo expone su programa de una modernidad latina alternativa. En 1916 emprende su primer viaje a la Argentina, de gran importancia en su trayectoria profesional, y para las relaciones culturales con Iberoamérica. En 1921 publica en forma de libro su diagnóstico de la situación de España en el expresivo título de España Invertebrada. Y en 1923 ofrece el análisis de su época como El tema de nuestro tiempo, consistente en la necesidad de superar el idealismo y volver a la vida, núcleo de su teoría de la razón vital. Esta es fruto de la nueva sensibilidad que advierte en el siglo XX, ejemplificada en el arte nuevo como La deshumanización del arte (1925).

Su ruptura con la Dictadura de Primo de Rivera tiene lugar en 1929 con ocasión de su famoso curso ¿Qué es filosofía? En 1930 publica La rebelión de las masas que tiene una gran repercusión internacional. Promotor de la Asociación al Servicio de la República, no se adscribe a ningún partido, y tiene que exilarse en 1936, pasando de París a la Argentina (1939-1942), para recalar finalmente en Lisboa. Aquí prepara buena parte de lo que queda como obra póstuma: el Velázquez, Sobre la razón histórica, el Leibniz, El Hombre y la Gente, Epílogo... Regresa ocasionalmente a España, por la cercanía de su familia y para promover iniciativas con el Instituto de Humanidades, con un "apeadero" en Madrid, donde muere el 18 de octubre de 1955.

Los argentinos según Ortega y Gasset

Un aspecto que resaltó Ortega del argentino y del sudamericano en general era el fondo de descontento y tristeza, de "extraña insatisfacción" que acarreaba desde su emancipación. Su existir era un puro afán que se consumía en sí mismo sin llegar a su logro. El argentino sobre todo, no paraba de hacer cosas y a la par dejaba la impresión de vivir una vida con pobre programa. Sin embargo como visitante, siempre que llegaba por el puerto del Río de la Plata soñaba con haber vivido una posible vida criolla, empapándose de ese sabor que escondía la vida americana que en su persona dejo resonancias profundas. Su encuentro amoroso con Victoria Ocampo en 1916, su sólida amistad en los años 20 con Elena Sansinena de Elizalde, presidenta de Amigos del Arte, y otras relaciones con mujeres porteñas, tuvieron mucho que ver con esta añoranza de una posible vida criolla no vivida. Decía en 1929 que la sentía como un muñón y que a la hora de escribir sus memorias los argentinos y argentinas estarían muy cerca de su vida afectiva y efectiva otorgándole gran importancia a esa parte de su existencia criolla imaginaria, "desnucadas antes de nacer". Por este mismo vínculo sentimental, al aplicar su bisturí crítico al modo de vivir de los argentinos, aseguraba que sus palabras taxativas no eran mera frivolidad de discurso oficial, que su mensaje era una enorme deuda que tenía con un país que era parte sustancial de sí mismo. A los argentinos les debía emociones hondas, pensamientos, experiencias que llegaron a formar parte de su filosofía universal.

Otro aspecto que indicó Ortega era la incapacidad del Estado de realizar una cohesión social y nivelación de clases equitativa. Hasta 1939 encontraba al hombre factoría en la periferia de la nacionalidad. La Argentina con su ritmo acelerado no le permitía a sus clases integrase socialmente. El ritmo de improvisación y aceleramiento argentino no conducía a una lenta asimilación de sus componentes sociales ya que su propia pujanza no conducía a políticas más estables como se daba en Chile y Uruguay. A pesar de sus profundas críticas sobre los elementos que paralizan al argentino, entre los cuales incluyó su excesivo narcisismo, Ortega afirmaba que este pueblo era el más vigoroso que existía en Sudamérica, aun cuando le faltaba liderazgo y minorías enérgicas que suscitaran una moral nueva.


En Mar del Plata, el 9 de agosto de 1961, con la intendencia de Teodoro Bronzini, se promulgó la ordenanza que designó con el nombre de José Ortega y Gasset a la continuación de la calle Los Andes (hoy Teodoro Bronzini), con nacimiento en calle Río Negro. En su recorrido forma parte de los barrios Los Pinares, Estrada y por último hace de frontera entre Montemar-El Grosellar con Zacagnini. #AntesDeSerCalle".

Fuente: "Ortega y Gasset en la Curva Histórica de la Institución Cultural Española " por Marta M. Campomar

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