El nombre con el que todos lo conocieron fue su verdadero nombre. Su documento decía que “Juan D'Arienzo” había nacido el 14 de diciembre de 1900, aunque muchos (todos) lo conocieron con su seudónimo que más lo identificó: El Rey del compás.
Fue violinista, director y un compositor muy prolífico.
Algunos autores sostienen que sin D'Arienzo la década dorada del tango de los ’40 no hubiese sido posible. Fue odiado por los exquisitos y refinados del rubro que le cuestionaban el “retroceso de volver al marcado 2x4 que lo llevaban a tener una enorme popularidad con cientos de audiencias en radio, presentaciones multitudinarias y discos a màs no poder.
Por él una generación volvió a disfrutar del Tango con el estilo inconfundible “D'Arienzo” que hacìa arder las milongas con las versiones de “La Cumparsita” y “La puñalada” y ese paso bien marcado.
La calle que recuerda a este símbolo de la música ciudadana se encuentra en el barrio Las Dos Marías.
Hijo mayor de un inmigrante italiano dedicado a la producción agrícola, su vocación musical fue a temprana edad. De adolescente comienza con su junto a su amigo, Ángel D'Agostino.
Pese a los deseos de su padre, todos sus hijos fueron amantes de la música. A los 12 años Juan ya era un as con el violín; Ernani era baterista y pianista, y su hermana Josephine, pianista y soprano. En oposición a la rigidez del hombre, su madre los alentaba y decidió enviarlos al Conservatorio Mascagni, donde Juan arrancó, sin saberlo, su carrera cuando tenía apenas 8 años. Los sueños de su padre porque se hicieran cargo de la explotación agrícola familiar se desvanecían.
Su primera actuación popular se registra el 25 de junio de 1919 en la compañía teatral Arata-Simari-Franco para el estreno de obra cómica "El cabaret Montmartre" de Alberto Novión.
El ritmo del violín con el sello de D’Ariezo comienza a hacerse conocido con la participación en varias compañías de zarzuelas o como parte de las presentaciones de Eva Franco.
El jazz presente en su formación
D'Arienzo se nutrió de jazz en las épocas de formación con “La Jazz Select Lavalle" y la aclamada "Orquesta de Nicolás Verona". En 1928 forma su primera orquesta típica y recorre los circuitos de cines, teatros, cabaret y clubes, como quedó registrado en los recuerdos fabulados de María Elena Walsh, “Los novios de antaño”, donde en un exclusivo Lawn Tennis de Ramos Mejía se baila con la Orquesta de D'Arienzo.
El historiador de tango José María Otero sostiene que “para comprender el fenómeno D'Arienzo habría que haberlo vivido en vivo y en directo. Esa orquesta y ese ritmo milonguero te dejaba sin aliento, pero con un sabor en el cuerpo, que te ibas a casa con la felicidad latiendo en el cuore…", sostuvo en una nota que tituló “D’Arienzo y la TV”.
D`Arienzo tenía 35 años cuando apareció en su repertorio "La puñalada", de la mano del compositor Pintin Castellanos. Entonces, la orquesta que dirigía contrató a un nuevo pianista, Rodolfo Biagi, quien le sugirió cambiar el ritmo de 4/8 al de una milonga en 2/4 (2×4). Dicen los que saben que el Maestro no habría estado en un principio de acuerdo, pero que gracias a que Juan llegó tarde a un concierto, el flamante miembro de la orquesta se atrevió a ese cambio. Lo que pasó fue sorprendente: fue un éxito.
Aún hoy lo genera y no hace falta verlo. Basta escucharlo para imaginarlo frente a sus músicos, cintura quebrada, y animando esos instrumentos a vivir solo con el movimiento de sus manos, cual mago.
El arte también lo encontró en el cine participando de películas como Una ventana al éxito (1966), La voz de mi ciudad (1953), El cantor del pueblo (1948), Yo quiero ser bataclana (1941), Melodías porteñas (1937) y ¡Tango!, en 1933 .
Sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita desde el 14 de enero de 1976 cuando murió a 75 años cumplidos #AntesDeSerCalle