El nombre Serapio de Urquía está directamente ligado a la cultura local. Se trata de uno de los tantos inmigrantes que llegó desde muy chico a nuestro país; venía de Mallabia, Vizcaya, España, donde había nacido en 1887.
La calle que le rinde homenaje son ocho cuadras del barrio Alto Camet.
Desde niño comenzó con la práctica del violín, aunque también dominaba otros instrumentos desde mu y chico. A los 19 años pasó a ser primer violinista del Teatro Colón de Buenos Aires lugar que ocupó hasta sus 33 años. En radio, formó parte del staff permanente de AM 1070 Radio El Mundo. Sobre sus hombros recaía el peso de ser considerado el mejor violinista de Sudamérica.
De visita por Mar del Plata en 1912 y en ocasión de la inauguración del Teatro Odeón conoció a quien sería el gran amor de su vida. Ese hecho lo hizo rechazar una beca para volver a Europa.
En 1923 se constituye a su iniciativa y bajo su dirección un célebre cuarteto de Cuerdas denominado “Cuarteto Mar del Plata” conjuntamente con Mario Pontino (cello), Vieri Fidanzini (violín) y Félix Monjeau (viola).
Como docente forma parte de la inauguración siendo su director del Conservatorio Buenos Aires, donde entre sus egresados se encuentra Astor Piazolla, entre otros buenos músicos.
Toma a su cargo la Banda Municipal y la dirige por más de 14 años hasta su muerte. Ese infortunio pasó el 14 de abril de 1944, próximo a cumplir 57 años.
En la memoria de los más grandes de las familias, quizás, se encuentre guardado la “Canción a Mar del Plata”
Blandamente sobre la arena
de tus playas juegan las olas
trayendo en su rumor
a tu belleza un canto,
canto amable que en alas suaves
de la brisa puebla tus calles,
blancas alfombras
que copian sombras
de una gran ciudad.
.
Mar del Plata
tu hermosa ribera,
milagro de Dios,
movió al poeta
a pintar
en el marco de un verso
la dulce poesía
de tus lares.
.
Mar del Plata
se aspira en tu ambiente
la brisa del mar,
clima ideal.
.
Mar del Plata
tu cielo, tu luna,
tu sol, no hay ninguna
como tú…
.
Todo es fiesta bajo tu cielo
cuando el estío besa tus lomas,
vistiendo de esplendor
tu sin igual paisaje
y en tus noches de plenilunio,
cuando fresca, la brisa ensaya
su inquieto vuelo
bajo tu cielo
todo es ilusión.
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