top of page

Marcelino Champagnat: la avenida que divide en Este y Oeste la ciudad


Marcelino Champagnat Chirat nació en Rosey, Marlhes (Francia), el 20 de mayo de 1789. Juan Bautista, su padre, desempeñó funciones importantes durante la Revolución francesa; desde 1791 ejerció como secretario, coronel de la pequeña guardia de Marlhes, juez de paz y comisario. Marcelino, el noveno de diez hermanos, aprendió de su padre el amor al trabajo y el espíritu emprendedor. De su madre y su tía, religiosa exclaustrada (que se refugió en casa de su hermano durante el período revolucionario), recibió una esmerada educación religiosa.

Sus aprendizajes escolares fueron escasos. No se sabe con certeza a qué edad, pero todas las bibliografías coinciden que fue entre los 7 u 8 años cuando abandonó la escuela para dedicarse a la granja familiar, en cuyo trabajo manifestó gran sentido práctico.

A los 14 años recibió la visita de un sacerdote, enviado por monseñor Courbon, Vicario general de Lyon, con el objetivo de reclutar alumnos, el cual le propone ingresar en el seminario. La primera dificultad era su escasa preparación intelectual, lo que motivó a sus parientes a desaconsejarle el ingreso en el seminario, pero Marcelino se mantuvo firme en su propósito. Se fue a estudiar al colegio de Saint-Sauveur con su cuñado Benito Arnaud, manifestando una clara dificultad en los estudios, sobre todo en latín. En noviembre de 1805, un año después de la muerte de su padre, ingresó en el seminario menor de Verrières.

Sus tres últimos años de estudios los realizó en el seminario mayor de Lyon, donde fue ordenado sacerdote el 22 de junio de 1816 de manos de monseñor Dubourg, obispo de Nueva Orleans. Al día siguiente, Marcelino y doce compañeros suyos subieron al santuario de Nuestra Señora de Fourvière, donde se consagraron a María y prometieron trabajar para fundar la Sociedad de María.

El 15 de agosto del mismo año comenzó su apostolado en La Valla, parroquia formada por unas sesenta aldeas, donde ejercerá su misión sacerdotal hasta 1824. Desde el primer momento, la idea de fundar una sociedad dedicada a la enseñanza de los más pobres centró todos sus esfuerzos. Con este fin, al poco tiempo de llegar a la parroquia, el 2 de enero de 1817, fundó los maristas con dos jóvenes que serán los primeros miembros de la nueva Institución: Juan María Granjon, de 23 años, y Juan Bautista Audras, de 15. Se instalaron en una casa alquilada, donde Marcelino los instruyó, dividiendo el tiempo entre la oración, el estudio y el trabajo manual. En noviembre de 1819 se fundó la primera escuela de los maristas en el mismo pueblo de Marcelino, Marlhes. Su forma de proceder despertó en un primer momento las críticas en diversos sectores diocesanos.

Entre los años 1824 y 1825 comenzó la construcción de una nueva casa para los hermanos, el Hermitage, que será el centro de su actividad educativa. La comunidad estaba formada por 20 hermanos y 10 postulantes.

El 29 de abril de 1836 la Santa Sede autorizó la Sociedad de María. En el año 1838, Marcelino viajó a París para solicitar la aprobación legal de los maristas. Allí pasó tres meses de despacho en despacho sin conseguir demasiado.

Desde el Hermitage, el padre Champagnat dirigió y visitó las cincuenta escuelas que abrió hasta su muerte en 1840, a los 51 años, a causa de una úlcera. La Institución marista contaba entonces con 280 hermanos y unos 7 000 alumnos.

Champagnat es la avenida que divide en Este y Oeste la parte central de la ciudad; se extiende desde Río Negro y hasta Juan B. Justo. Tiene la particularidad que desde el 0 al 600 es calle, y recién ahí (a la altura de Ituzaingó) se convierte en avenida. Une las Rutas 2 al norte con la 88 al sur; antes de hacerlo la misma arteria se denomina Monseñor Zabala y Presidente Juan Domingo Perón, respectivamente.


A lo largo de su traza sirve de frontera entre varios barrios; así, podemos encontrar de norte a sur hacia el oeste los barrios Nueve de Julio, San Cayetano, Las Lilas y Regional. En tanto, hacia el este (en el mismo sentido) se encuentran Villa Primera, Domingo Faustino Sarmiento, Los Andes y Bernardino Rivadavia.


En 1920, el papa Benedicto XV proclamó venerable a Marcelino. En 1955, el papa Pío XII lo nombró beato y el 18 de abril de 1999 fue canonizado en Roma por Juan Pablo II. #AntesDeSerCalle


Entradas recientes

Ver todo
bottom of page