El natalicio de Juan Pascual Pringles se produjo el 17 de mayo de 1795 en San Luis. Fue hijo de Gabriel Pringles y Andrea Sosa.
El héroe puntano, así es considerado en San Luis y por el que hoy se conmemora el Día del Granadero Puntano, fue parte de la gesta sanmartiniana bajo las órdenes del general José de San Martín en la Guerra de la Independencia.
Al momento de incorporarse al Regimiento de Granaderos a Caballo el 10 de octubre de 1815 revisa como alférez, del 3° Escuadrón de Milicias de Caballerías de San Luis. El 8 de noviembre de 1819 ingresa al Regimiento de Granaderos a Caballo y pasó a formar parte del Ejército de los Andes, para realizar la campaña al Perú manteniendo el grado de alférez.
En febrero de 1819, colaboró reduciendo la sublevación de prisioneros de guerra realistas confinados en San Luis. Esa acción fue considerada como heroica por sus superiores.
El 1° de julio de 1820 ascendió a teniente; el 1° de septiembre de 1822 ascendió a capitán; el 31 de enero de 1826 lo ascendieron a teniente coronel y el 22 de junio de 1829, en la batalla de la Tablada, el Coronel Paz lo asciende a coronel sobre el campo.
Su heroísmo no solo se limitó a San Luis
Con muy pocos soldados a su mando, arrinconado contra los acantilados de Chancay y frente a un enemigo con fuerzas superiores en número que le pedía su rendición, se lanzó a caballo hacia el precipicio cayendo al mar antes de rendirse o ser prisionero. Ese gesto suscitó la admiración de los vencedores que lo invitaron a retornar a tierra con todos los honores, figurando en los libros de guerra del general realista Valdez.
En 1824 en la Batalla de Junín, Pringles recibió la condecoración “Estrella de Junín”. Luego, en la Batalla de Ayacucho le otorgaron el título de “Benemérito en grado heroico”
Pringles no se doblegó en Chancay, tampoco lo hizo 11 años más tarde en su tierra, así fue que el 19 de marzo de 1831 en el Chañaral de Las Ánimas, en las proximidades del Río Quinto de la provincia de San Luis, muere tras ser herido por los hombres de Quiroga al resistirse y no entregar su sable. Fue enterrado bajo la sombra de un caldén en el mismo lugar donde cayó abatido por un disparo en el pecho.
Quiroga, al enterarse de su muerte se enojó y mandó su poncho de vicuña para cubrir el cuerpo que fue velado durante 3 días.
Las 24 cuadras que le rinden homenaje en la ciudad de Mar del Plata van desde de la altura 200 (Alem al 4600) hasta el 2599 (calle Córdoba al 4600). Forma parte de los barrios San Carlos y Primera Junta. #AntesDeSerCalle