top of page

Monseñor Enrique Rau el primer obispo


Teólogo por excelencia, escritor y poeta, tenía la ternura del niño y el vigor del hombre de origen germánico. Comprometido y empeñado en la problemática social y civilizadora de su tiempo. Había nacido el 29 de septiembre de 1899 en Colonia San Miguel, una localidad del partido de Olavarría, provincia de Buenos Aires.


Profesor en las cátedras de teología, humanidades, sociología y filosofía. Tuvo como discípulos a tres cardenales argentinos: Pironio, Primatesta y Quarrachino.

Resultado de sus trabajos y acciones mencionaremos su labor de teólogo, su aporte a la liturgia, su acción en favor de los jóvenes, sus preocupaciones por los necesitados y sus responsabilidades en el Concilio Vaticano II que lo tuvo como protagonista claro, indiscutible, con reconocimiento y admiración de personalidades acreditadas mundialmente por la calidad y envergadura de sus intervenciones y aportes. No olvidamos su gran labor como pastor.


Rau fue El Obispo argentino del Concilio Vaticano II, práctico y sabio.

Entre otras muchas condiciones puede mencionarse las de importnte músico y gran renovador de la liturgia. La primera misa en castellano de la Argentina ocn cara del celebrante hacia la feligresía se rezó en Mar del Plata y fue oficiada por él.

La Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia impuso una gran renovación del culto católico a lo que contribuyó en mucho Monseñor Enrique Rau. Es un hecho cierto que uno de los más notables logros del Concilio ha sido la promulgación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia.

Calificado como «Padre del Concilio Vaticano II» porque nadie como él supo prepararlo, protagonizarlo y luego darlo a conocer.

La calle 160 lleva el nombre del primer obispo de la diócesis Mar del Plata y se extiende desde Diagonal Lisandro de la Torre y San Salvador hasta la avenida Mario Bravo. Peralta Ramos Oeste, Fortunato de la Plaza y El Martillo son los barrios que transita. La Ordenanza Nº 4985 es la que la normaliza desde el día 20 de agosto de 1981 y en la que queda expresamente manifestado que en la cartelería debería figurar Obispo Monseñor Dr. Enrique Rau desde su inicio hasta toda su proyección hasta la avenida Mario Bravo.


Obispo de Mar del Plata


En una de las visitas al Vaticano presentó al Papa su inquietud exponiendo que era obispo de una ciudad balnearia a la que concurrían miles y miles de feligreses que no podían cumplir con el precepto de asistir a misa los domingos y que por eso proponía dar como válida para el cumplimiento del precepto dominical, la misa a celebrarse los sábados a la tarde.

El Papa aceptó su proposición y lo autorizó a que hiciera una prueba piloto.

Esta práctica hoy, está en uso en todo el mundo.

Es imposible en una semblanza breve abarcar la figura singular y excepcional del teólogo gigante, del liturgista, del músico, del escritor y poeta, del hombre comprometido con su tiempo, del fundador de revistas de teología, de la Universidad de Mar del Plata, del Instituto de Teología para Religiosas, de la Escuela de Teología, de la Fraterna Ayuda Cristiana (FAC), etc. Fue un lúcido protagonista del siglo que está por finalizar, es incomparable por la profusión de su sensibilidad, por la riqueza espiritual e intelectual de su vida. De él dijo Monseñor Luis José Gutierrez: "A sus orígenes germanos debió la agudeza de su inteligencia y la vivacidad de su imaginación".

Valoraba profundamente su origen, la tradición de su raza y cultivaba en forma muy especial la amistad. «Sus viejos amigos».

Era un multifacético y opuesto al absolutismo, al autoritarismo y fue enjuiciador y condenador de las Teorías Racistas.

No era sectario ni excluyente. En la explanación de una de sus conferencias magistrales, nos referiremos a la pronunciada el 17 de octubre de 1938, se observa su clara postura opuesta y su condena a las Teorías Racistas.

Rau hacía el cultivo de su raza, que es cosa totalmente distinta a las Teorías Racistas. Desde el punto de vista eclesiástico afirma Rau con el cardenal Faulhaber «el cultivo de la raza, la conservación de las características raciales, nada tiene de objetable; pero con estas tres condiciones» de las que mencionaremos solamente la primera y que consideramos ya amplia y suficiente para entender la postura. La primera condición dice: «El amor a la propia raza no debe degenerar en odio a los pueblos vecinos». Rau agrega que «raza y cristianismo no son dos cosas opuestas. La raza es orden natural; el cristianismo es revelación, por consiguiente, orden sobrenatural. No podemos aguar a los conceptos de revelación, redención, sobrenaturaleza, gracia».

Particularmente nos resulta interesante dado nuestro origen, el análisis que hace sobre la Germania de Tácito escrita en el año 98 y sobre la posición del cristianismo frente a la raza humana.

Escribió importantes libros, tradujo varios del francés y del alemán, compuso marchas para los jóvenes, canciones litúrgicas, fue promotor de la música sagrada, del arte sacro y de la liturgia. Dominaba varios idiomas: alemán, francés, italiano, portugués, latín, griego clásico, castellano.


En agosto de 1971 Enrique Rau a un mes de sus 72 años tuvo un extraño accidente automovilístico regresando de un viaje pastoral a La Rioja. Tras estar internado varios días falleció debido a las complicaciones pulmonares el 20 de agosto. #AntesDeSerCalle

Fuente: "Supplement Unsere Kolonien" del 26 de agosto de 2000.

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page