Patricio Peralta Ramos había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 17 de Mayo de 1814. Su padre, Juan José Porcel de Peralta era oficial del Regimiento Patricios e Hipólita Ramos, su madre. En el año 1860, contrajo enlace con Cecilia Robles y el matrimonio tuvo doce hijos.
¿Qué hacía Don Patricio?
Patricio vendía ropa, hizo su fortuna durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, al que no solo había provisto de indumentaria para sus tropas, sino que también había apoyado participando de la Sociedad Popular Restauradora (Mazorca), desde el año 1842 hasta la caída.
En 1860, viajó en una galera por primera vez a nuestra región acompañado por sus hijos mayores, Eduardo y Jacinto. Ese es el año en que Meyrelles le vendió sus tierras, un 25 de septiembre, según constan las escrituras públicas, referencias judiciales y mensuras profesionales.
Lo que le había vendido eran 136.425 hectáreas que conformaban las estancias "Laguna de los Padres", "San Julián de Vivoratá" y "La Armonía". En esas tierras, en la desembocadura del arroyo Las Chacras, se encontraba la única y pequeña población originada por el saladero.
Al poco tiempo, le adquirió a Benigno Barbosa el saladero, quedando como dueño de la totalidad de la estancia principal "Laguna de los Padres". Empresario práctico y activo, intentó darle mayor vida al saladero e invirtió en algunas obras; aunque el saladero no mejoró su producción. La población no mejoró mucho, aunque el nuevo propietario de las tierras buscó fomentar su actividad industrial, no pudo obtener los réditos esperados.
El Bulevar más bonito
La avenida Patricio Peralta Ramos es un bulevar marítimo que recorre las playas céntricas. Hacia el sur se continúa por la Avenida de los Trabajadores (antes Avenida Martínez de Hoz), y hacia el norte por la Avenida Félix U. Camet. Nace justo en el edificio del Asilo Unzué. Tiene una extensión de 4 kilómetros y su numeración va hasta el 6700, en avenida Juan B. Justo. Por sus características de ser el contorno de la ciudad tiene la particularidad de cruzarse dos oportunidades con la misma calle e incluso con muchas de las cuales por momentos son paralelas. Por su característica, bordea los barrios Leandro N. Alem, Lomas de Stella Maris, Centro y La Perla.
Sin embargo Peralta Ramos, hombre vivaz para los negocios, visualizó una alternativa más provechosa para la inversión que había realizado en estas tierras. Fue la subdivisión de las mismas, en parcelas menores, y la instalación de un poblado en el puerto del saladero. Esto le provocó largas polémicas con otros estancieros vecinos de la zona.
En realidad, las discusiones trataban sobre las ventajas y trastornos de la mejor ubicación del poblado con su Juzgado de Paz, escuela y autoridades, pero en el fondo se debatía sobre si era conveniente ubicar el poblado en el centro del entonces partido de Balcarce o si por el contrario, era mejor instalarlo donde existía mayor cantidad de población que era en el denominado "Puerto de la Laguna de los Padres". Esto también determinó quien se iba a beneficiar con la alta valorización que tomarían las tierras donde se estableciera el poblado. Éste fue uno de los grandes negocios que se inició en las últimas décadas del siglo XIX en la campaña bonaerense: la conversión de las tierras rurales en lotes urbanos.
Cuando en el año 1865 fue creado el partido de Balcarce, Peralta Ramos recibió el apoyo del Juez de Paz, Juan Peña, quien insistió ante el gobierno provincial acerca de la necesidad de crear un poblado sobre la costa. Las dilataciones en la aceptación del pedido, se originaban en las presiones de un grupo de vecinos que se oponían a que la Provincia enajenara una fuerte suma de dinero, en pago por las tierras en cuestión. Esta resistencia tenía un asidero, debido a que cuando Peralta Ramos procedió a la subdivisión y venta de algunas parcelas de la estancia de la Laguna de los Padres, mensuró las mismas, y encontró que estaba en posesión de más tierras de las que figuraban en su título de propiedad, por lo que debía devolver al Estado Provincial, más de 1.000 hectáreas.
La legislación sobre tierras de la Provincia, otorgaba a Peralta Ramos el derecho de ubicar dentro de sus propiedades los "sobrantes fiscales", a fin de que el Estado provincial tomara una determinación sobre los mismos, que generalmente consistía en venderlos en subasta pública. Los vecinos que se oponían a Peralta Ramos (encabezados por José Chaves, posterior fundador del poblado de Balcarce), sugirieron que el poblado se ubicara en estos "terrenos fiscales", con lo que se ahorrarían los gastos de una expropiación, destinando ese dinero a la construcción de los edificios públicos y traza del poblado.
Ante esta situación Peralta Ramos, ágil para los negocios, ubicó los sobrantes de su propiedad fuera de los límites del partido de Balcarce. Los puso en las inmediaciones de la Laguna de Mar Chiquita (tierras bajas e inundables y dentro de la antigua estancia San Julián de Vivoratá), manteniendo su postura de fundar el poblado dentro de los límites del partido de Balcarce, donde no existían "terrenos fiscales".
En el año 1867, el Juez de Paz de Mar Chiquita, José Bernal, salió en apoyo de Peralta Ramos mediante una carta al Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Nicolás Avellaneda. Le informaba en esa carta, que los terrenos fiscales ubicados en las inmediaciones de la laguna de Mar Chiquita, eran campos bajos y de bañados y no reunían, por lo tanto, las condiciones necesarias para la fundación de un pueblo y que por tal razón apoyaba la idea, que el poblado se instalase en el Puerto de la Laguna de los Padres, punto importantísimo de ubicación destinado a ser uno de los puertos más comerciales de la República.
Como contrapartida a su apoyo, en la misma carta, José Bernal solicitaba al Ministro que las tierras de la antigua estancia de la "Laguna de los Padres", volvieran a pertenecer al partido de Mar Chiquita, con lo que ese partido tendría así su poblado. El Departamento Topográfico de la Provincia se opuso expresando que habiendo sido creado ya el partido de Balcarce, en algún momento necesitaría de un pueblo cabecera y que además, no podía verse privado de sus mejores tierras.
En el año 1873, fallece la esposa de Peralta Ramos, doña Cecilia Robles. Esto lo afectó profundamente y aún antes de iniciar su gestión ante el gobierno de la provincia para la fundación del pueblo, destinó un terreno para la construcción de una capilla en honor de su esposa. Esa capilla que habría de ser uno de los templos más hermosos del país, fue construida con su propio peculio y fue erigida en 1873. Así nació la capilla Santa Cecilia, el primer templo de Mar del Plata. El mismo Peralta Ramos, colaboró en la construcción del altar con tablas que habían sido depositadas en la playa y eran los restos de un naufragio.
"El Honorable Concejo Deliberante, en su sesión del 18 de noviembre de 1897, sancionó una Ordenanza cuya parte pertinente era la siguiente: Art. 1. Habiendo el Excmo. e Ilmo. señor Arzobispo de esta Diócesis acordado el Patronato de este Pueblo de Mar del Plata a la gloriosa Santa Cecilia, declárase feriado para las dependencias municipales, el día 22 de noviembre de cada año".
Fue a partir de ese momento que, decididamente, Peralta Ramos gestionó ante Mariano Acosta, gobernador de la provincia de Buenos Aires, la fundación del pueblo. Ya en noviembre de 1873 inició la serie de cartas.
Algunos de los argumentos del pedido son elocuentes: " Este punto llamado a gran desenvolvimiento, es ya hoy un pueblo, excelentísimo señor. Hay en él un gran saladero cuyo costo primitivo fue de cuatro millones de pesos, aproximadamente. Hay un muelle de "fierro" que costó treinta mil duros. Hay un molino de agua que puede elaborar la harina suficiente para las necesidades de la localidad. Hay una iglesia de piedra y cal con todo cuanto es requerido, que puede contener cuatrocientas personas. Hay botica, panadería, herrería, zapatería y otros ramos industriales. Está también listo el colegio municipal y hay, además, más de veinte casas de piedra, madera o ranchos ocupados por negocios de diversos géneros. La población que allí se forme está llamada a ser una de las más felices de la provincia, tanto por su clima como por la feracidad de su suelo. Los ramos a explotar se presentan desde ya de una manera fácil y productiva. A corta distancia se halla el gran criadero de lobos marinos, cuyo producto lo estimo en quinientos pesos por cabeza, siendo una mina inagotable....." .
Numerosos fueron los inconvenientes que debió afrontar Patricio Peralta Ramos para obtener la legalización del poblado del saladero, ubicado por entonces en el llamado "Puerto de la Laguna de los Padres". Algunos con sus vecinos por la ubicación del poblado y otros con el Estado Provincial, al conciliar sus intereses con las disposiciones oficiales referentes a la instalación de pueblos.
Finalmente, después de mucho luchar, previo los informes del Departamento Topográfico de la Provincia, de la Municipalidad de Balcarce por medio del Juez de Paz, Pedro Bouchez, y del Fiscal de Estado, que proponía dejar una avenida ribereña de 200 metros de ancho, el gobernador Mariano Acosta dictó el 10 de febrero de 1874, el decreto de fundación de Mar del Plata: En los terrenos de propiedad del señor Peralta Ramos, en el partido de Balcarce. Después de mucho tiempo llegó la esperada legalización del poblado, que distaba de ser una fundación, debido a que el mismo Peralta Ramos en su carta de petición al gobernador Mariano Acosta, afirmaba fue el poblado era existente
Patricio Peralta Ramos falleció el 25 de abril de 1887. Fue enterrado en el cementerio situado al lado de la capilla Santa Cecilia y un año más tarde, sus restos fueron trasladados al panteón que la familia posee en el cementerio de La Recoleta. #AntesDeSerCalle
Bibliografía: Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, Escribanía Mayor de Gobierno; “Reseña general, histórica, geográfica y económica del Partido de General Pueyrredon, Provincia de Buenos Aires". Bs. As., S. E., 1945.
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